Mary de Dinamarca ha experimentado una transformación significativa en su vida a un año de uno de los episodios más sonados en la realeza escandinava: el escándalo de su marido, el rey Federico X, y la empresaria mexicana Genoveva Casanova.
Recordemos que fue justamente hace un años cuando la revista española Lecturas publicó unas candentes fotografías del royal danés junto a Casanova. Según este medio, los dos habrían pasado la noche juntos después de una comida en Madrid. Mientras que al poco tiempo la mexicana demandó a la señalada publicación por invasión de la privacidad.
Mientras que la difusión de estas fotos se dio mientras los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, se encontraban en un viaje de Estado precisamente por Dinamarca. Una gira en la que, obviamente, fueron recibidos por Mary y Federico, que en ese entonces todavía eran príncipes.
Todo ello fue un cúmulo de emociones para Mary, pues se acusaba a su marido, de nuevo, de serle infiel. Algo que si bien no era nuevo para ella, el escándalo mediático que derivó esta situación era algo que no tenía precedentes y que le cambió la vida para siempre.
¿Cómo cambió la vida de Mary de Dinamarca?
Así, un año después de esta polémica que puso a tambalear a la corona danesa, la vida de la royal de 52 años cambió profundamente en poco tiempo. Recordemos que a los días de estallar el escándalo, Mary se refugió en su natal Australia por unas semanas. Lo que derivó rumores de divorcio entre la pareja.
Sin embargo, casi dos meses después de ello la reina Margarita II anunció su abdicación al trono danés en favor de su hijo Federico, lo que significó que Mary Donaldson se convirtiera en reina consorte de Dinamarca. Una medida que varios expertos reales sugieren que se dio para acallar el escándalo del príncipe y la crisis de pareja.
Incluso, la misma revista española aseguró que la abdicación de Margarita habría sido una condición de Mary para no divorciarse de Federico. Unas aseveraciones que, evidentemente, la Casa Real danesa jamás ha corroborado.
Mientras que este cambio de estatus también trajo consigo mayores responsabilidades. También ha asumido nuevos compromisos dentro de la Familia Real y se ha involucrado mucho más en proyectos humanitarios.
Además, pese al escándalo de su marido ha logrado renovar su imagen y también ha demostrado que sabe afrontar las tormentas con elegancia y determinación. Por ello es que un momento en el que la Casa Real danesa necesita estabilidad, Mary se ha convertido en un pilar indiscutible, marcando el camino hacia una nueva era en la monarquía escandinava.