Cuando se trata de lograr unas uñas impecables, las opciones son muchas, pero tres técnicas destacan por su popularidad: uñas de gel, acrílico y esmalte permanente. Cada una tiene características únicas que se adaptan a diferentes necesidades y estilos de vida. Aquí te explicamos las diferencias para que elijas la ideal.
Uñas de gel: elegancia natural
Las uñas de gel son conocidas por su acabado brillante y natural. Se moldean con un gel especial que se endurece bajo una lámpara UV o LED. Son ideales si buscas una opción flexible y ligera que no dañe tanto la uña natural. Además, duran entre 2 y 3 semanas. Sin embargo, pueden requerir retoques si las usas con frecuencia, ya que son menos resistentes que las de acrílico.
Uñas de acrílico: máxima durabilidad
Esta técnica combina un polvo acrílico con un líquido especial para crear una pasta moldeable que se endurece al aire. Las uñas de acrílico son la mejor opción si buscas resistencia, ya que son perfectas para alargar y dar forma a tus uñas. Sin embargo, su acabado puede parecer menos natural que las de gel y requieren mantenimiento cada 2 o 3 semanas para evitar que se debiliten las uñas naturales.
Esmalte permanente: práctico y duradero
El esmalte permanente es un híbrido entre el esmalte tradicional y el gel. Se aplica como un esmalte normal, pero se fija con luz UV o LED. Dura hasta 3 semanas sin astillarse y es perfecto para quienes desean un look natural sin comprometer la salud de sus uñas.
Qué tipo de uñas postizas me conviene elegir
Si buscas un look natural, elige gel. Para mayor durabilidad, opta por acrílico. Si prefieres algo práctico y menos invasivo, el esmalte permanente es tu opción. ¡Elige según tu estilo y luce unas manos espectaculares!