Hace unos días trascendió que se suscitó un robo en una granja dentro de los terrenos del Castillo de Windsor durante el pasado mes de octubre. Una situación que ahora ha generado una gran preocupación para el príncipe Williiam y Kate Middleton, según información revelada por la prensa británica.
Esto debido a que el matrimonio real se encontraba en Adelaide Cottage, su residencia y la cual también está dentro de los terrenos del castillo cuando se dio el incidente. De hecho, tanto ellos como sus hijos estaban durmiendo en su casa mientras dos sujetos entraron a asaltar la granja y se llevaron unos vehículos.
El príncipe William y Kate Middleton temen por su familia
A raíz de esta situación, los príncipes de Gales estarían profundamente preocupados por su seguridad y por la de su familia, sobre todo porque ellos estaban porque este hecho ocurrió tan cerca de ellos, de acuerdo con lo que informó Closer a partir de presuntas fuentes cercanas a los royals.
“William y Kate han estado bastante conmocionados, y esto realmente refuerza la importancia de estar alerta y proteger la seguridad de su familia en todo momento”, dijeron unas fuentes al citado medio. “Es una gran preocupación que estos asaltantes hayan podido escalar la valla y huir con los vehículos robados, y el hecho de que sucediera cuando los Gales estaban tan cerca y profundamente dormidos fue un gran shock para procesar cuando se enteraron”, señalaron.
También, la misma publicación señaló que como cualquier padre de familia, ambos “están constantemente preocupados por el bienestar de sus hijos”. “Es, con diferencia, su prioridad número uno, por lo que, naturalmente, resulta aterrador y extremadamente alarmante que esto haya sucedido tan cerca”, recalcó
Así fue el asalto al castillo de Windsor
El incidente ocurrió la noche del 13 de octubre, cuando unos encapuchados saltaron la valla que rodea al castillo e irrumpieron en el recinto utilizando un camión robado para destrozar una puerta de seguridad. Posteriormente, robaron una camioneta agrícola y un quad, dejando un rastro de daños materiales.
Este acceso estaba cerca de Adelaide Cottage, el hogar de los Gales y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, quienes estaban en la propiedad durante el ataque. Incluso, la prensa reveló que las alarmas sonaron hasta que destrozaron la puerta de seguridad. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el incidente ha generado una gran preocupación tanto para la Familia Real Británica como al público en general.