Los sérums con color llegaron al mundo de la dermocosmética para ofrecer una opción para cuidar del rostro al mismo tiempo que ayudan a unificar el tono de piel y cubrir imperfecciones, pero, ¿conoces todos sus beneficios y cómo aplicarlos para aprovecharlos al máximo? Aquí te lo explicamos a detalle. Toma nota.
El mundo de la belleza no deja de sorprendernos, y los sérums con color se han convertido en el producto estrella de quienes buscan un rostro luminoso, fresco y natural sin complicaciones. Estos innovadores productos combinan los beneficios de un sérum tradicional con un toque de color que unifica el tono de la piel, funcionando como un híbrido perfecto entre el cuidado y el maquillaje.
¿Cuáles son los beneficios de los sérums con color?
Los sérums con color ofrecen hidratación profunda, luminosidad y protección, dependiendo de sus ingredientes. Muchos están enriquecidos con ácido hialurónico, vitamina C o niacinamida, activos que nutren y revitalizan la piel. Además, su cobertura ligera permite corregir pequeñas imperfecciones sin bloquear los poros, lo que los hace ideales para el uso diario, especialmente en pieles sensibles.
Otro gran atractivo es su versatilidad: pueden usarse solos para un look natural o como base antes de aplicar un maquillaje más elaborado. Algunos incluso contienen SPF, lo que los convierte en aliados perfectos para proteger la piel del daño solar.
¿Cómo aplicar el sérum para lucir radiante?
- Prepara la piel: limpia tu rostro y aplica tu crema hidratante o protector solar si el sérum no tiene SPF.
- Usa poco producto: aplica unas gotas del sérum en la frente, mejillas, nariz y mentón.
- Extiéndelo suavemente: con las yemas de los dedos o una brocha, distribuye el producto en movimientos circulares hasta que quede uniforme.
- Sella tu look: si deseas un acabado más duradero, aplica un toque de polvos translúcidos.